Introducción
El café ecuatoriano es uno de los productos agropecuarios más representativos por su valor económico, social y cultural. Su presencia en gran parte de las provincias del país lo convierte en un cultivo de amplia distribución territorial, con alto impacto en la generación de empleo, especialmente en zonas rurales.
El café es fuente principal de ingresos para miles de familias productoras y ocupa un lugar destacado dentro de las exportaciones no petroleras. Ecuador participa con una fracción relevante del café comercializado en América del Sur y mantiene relaciones comerciales con países como Alemania, Estados Unidos, Rusia, Colombia y Polonia.
Importancia productiva, económica y social
El cultivo de café representa el alrededor del 2% de la superficie total plantada en el país, con una participación del 1.3 % en el Valor Agregado Bruto agropecuario. Genera empleo para más de 42 mil personas, de las cuales el 85 % corresponde a mano de obra familiar. En su mayoría, las unidades productivas cafetaleras tienen menos de 5 hectáreas, lo que evidencia su carácter predominantemente familiar.
En Ecuador se cultivan principalmente dos especies: Coffea arabica y Coffea canephora (robusta), cada una con características, necesidades agronómicas y mercados diferenciados. Las provincias con mayor superficie cafetalera incluyen Manabí, Sucumbíos, Orellana, Loja y Zamora Chinchipe.
Retos del sector cafetalero
El sector cafetalero enfrenta varios retos estructurales que afectan su productividad y sostenibilidad. Entre ellos destacan la edad avanzada de muchas plantaciones, el bajo uso de fertilizantes, el limitado acceso a material vegetal mejorado y las brechas en asistencia técnica. A esto se suman los impactos de plagas y enfermedades, como la broca y el mal de hilacha, así como la exposición a variabilidad climática, exceso de humedad o sequías.
Adicionalmente, la productividad nacional está por debajo del promedio regional. En el caso de Coffea arabica, el rendimiento se sitúa en torno a 0.50 t/ha, mientras que en Coffea canephora alcanza 0.71 t/ha. Estos niveles están lejos de los promedios de países como Brasil o Vietnam, lo que evidencia la necesidad de modernizar las condiciones de producción.
Intervención estatal para el desarrollo del café
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), impulsa una estrategia integral de fortalecimiento del sector cafetalero. Esta estrategia contempla acciones en los ámbitos de fomento productivo, asistencia técnica, acceso a financiamiento, renovación de cultivos, mejora de la calidad del grano y promoción de la trazabilidad.
Uno de los pilares de esta intervención es la promoción del uso de material vegetal certificado, proveniente de viveros registrados o de programas estatales. Se fomenta la adopción de variedades como Catucai, Caturra, Sarchimor, Robusta, Conilón y Napo Payamino, según la zona y el perfil productivo.
El MAG ha desplegado programas de renovación de cafetales y entrega de insumos técnicos, en combinación con servicios de extensión agrícola que incluyen capacitación continua sobre buenas prácticas de cultivo, fertilización, control fitosanitario, manejo de sombra y postcosecha.
Fomento a la productividad y resiliencia
Los estudios técnicos muestran que los factores que inciden en los niveles de productividad son la especie cultivada, la aplicación de fertilizantes, el origen del material vegetal y la participación en programas públicos. Sin embargo, apenas un tercio de los caficultores de arabica y uno de cada seis de canephora fertiliza regularmente sus cultivos, lo que representa una oportunidad de mejora.
El Estado promueve también mecanismos de protección frente a riesgos productivos, como el seguro agrícola, y fomenta el acceso al crédito público. Este último ha beneficiado a productores de café en distintas provincias, apoyando la inversión en infraestructura, adquisición de insumos y mejora de la capacidad instalada.
Zonificación agroecológica y trazabilidad
Con el objetivo de orientar la planificación territorial y la toma de decisiones productivas, el MAG desarrolló la Zonificación Agroecológica Económica del Café, herramienta que permite identificar las zonas con mayor potencial para el cultivo, considerando variables biofísicas, climáticas y de acceso a infraestructura. Esta información es clave para dirigir las inversiones y focalizar las intervenciones.
En paralelo, se impulsa la incorporación del café al sistema nacional de trazabilidad, con el fin de garantizar transparencia en la cadena, certificar origen, promover el cumplimiento de estándares de calidad y facilitar el acceso a mercados diferenciados.
Proyección institucional
El café es un cultivo prioritario para el desarrollo rural y la dinamización de las economías territoriales. Las acciones del Gobierno Nacional buscan posicionar al café ecuatoriano como un producto competitivo, sustentable y trazable, con valor agregado desde su origen.
La continuidad de esta política institucional permitirá fortalecer los eslabones de la cadena cafetalera, mejorar la calidad de vida de las familias productoras y proyectar al Ecuador como un referente regional en la producción de café de calidad, en armonía con el ambiente y con respeto a la diversidad de territorios y culturas que hacen del café un verdadero patrimonio rural del país.